domingo, 1 de noviembre de 2015

EL  EQUIPO  A.   QUINTA  TEMPORADA.

         En el año 2015, diez de los mejores jugadores del ejército gambitero fueron acusados por la FADA de un delito que no habían cometido. No tardaron en subir de la categoría en la que se hallaban recluidos y aún hoy sobreviven como jugadores de fortuna. Si se los encuentra y tiene algún problema, quizá pueda contratarlos. ¡Ellos son, el Equipo A! 

         Así estaban las cosas cuando en vísperas de Halloween’ tuvimos un encuentro terrorífico contra La Merced Sénior. De los ocho jugadores en liza, sólo uno, un servidor, presentaba un elo inferior a 1800 puntos. Pero volvamos a la serie mítica de los 80.

         Álvaro Rodríguez (Fénix  en la serie dado que, las cosas como son, él es el guaperas), pronto se encontró con calidad de ventaja, sabiendo aprovechar la delicada ubicación de una torre de su rival, José Manuel Delgado, y logró imponer dicha ventaja, no sin sobresaltos. Cuando le preguntamos, durante el encuentro, si podíamos, los demás, contar con que ese punto no se escapaba, él nos dijo que casi se deja un mate en una. Da una idea de la capacidad de los jugadores de ese nivel, para complicar la partida, aunque estén peor. La mesa 2, caía de nuestro lado. El resto de las partidas estaban igualadas.

         Carlos Ruiz es Hannibal (ya sabemos que le encanta que los planes salgan bien). Frente a él, en la mesa 3, David Muñoz, uno de los poquísimos jugadores de Huelva que pueden presumir (yo lo haría) de haber puntuado en una partida lenta contra un Gran Maestro. La partida fue una India de Rey, en la que pronto quedaron todas las puertas cerradas. Carlos, sabiendo que le valían las tablas, se apresuró a aceptar la oferta de su rival y sumábamos medio punto más. 
  
         Carlos López, en el papel de M.A. Barracus, el forzudo de los tableros (él pide los collares de oro para meterse mejor en el personaje), se las tuvo que ver con una posición difícil, en la que su rival, Ígor Rapp, se salió intencionadamente de la teoría, para complicar la partida. Contaba con una torre en la primera fila de su rival y una dama fuertemente centralizada. Pero Ígor puso en marcha un maravilloso peón pasado y apoyado firmemente, que a mi parecer era terrorífico. La calidad de Carlos, su frialdad y su técnica, le permitieron maniobrar casi angustiosamente, hasta neutralizar dicha amenaza. Finalmente, con dos peones de más, acabó ganando una partida en la que Ígor jugó obligado a forzar para equilibrar el encuentro. La mesa 1 también era nuestra.

         Finalmente, en la mesa 4, con blancas, un servidor quien hace de  Murdock, el Loco (sí amigos, ¡Un desequilibrado anda suelto en el cuarto tablero!). Mi rival, Diego Gómez Cerezo, gran persona, exquisita, diría yo, con quien más de una vez, pero menos de las que me gustaría, he tenido la suerte de compartir una charla. No tenía previsto enfrentarme a él, ni tenía nada preparado. Jugué reproduciendo una partida interesante de un joven jugador andaluz que está triunfando en los campeonatos de Europa por edades. La posición estuvo equilibrada en todo momento. Tuve la suerte de que al ser la última en finalizar, sabiendo que podía perder sin que tuviese consecuencias para el encuentro, me dio por sacrificar una pieza a cambio de un peón pasado y pude explotar esa posición. Ambos jugamos a ganar. Diego no entró en tablas por repetición, pero finalmente, los apuros de tiempo acabaron decantando, injustamente, la partida de mi lado.

         El resultado final, 3,5 a 0,5, no refleja la dureza de las partidas ni la grandeza de nuestros adversarios a quienes queremos agradecer (me permito la libertad de hablar en nombre del equipo), la total deportividad con la que transcurrió el encuentro y la cortesía que mostraron en todo momento. Sinceramente, gracias.


8 comentarios:

  1. Muy contentos tenemos que estar con este encuentro. Hemos ganado la jornada a priori más complicada y nos situamos de forma inmejorable a falta de 2 rondas. Para mi la clave fue la partida de Álvaro, su virtual victoria nos hizo a los demás jugar con la tranquilidad de que las tablas valían y a ellos todo lo contrario, para mí la clave del 3'5 a 0'5 fue eso. Además por supuesto de que los demás jugamos a un gran nivel.

    Y una vez más nuestro capitán Fernando consigue superarse con su crónica. Fabulosa!

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  2. Fuera del tablero Fernando es el tipo con más ELO. Lo digo por lo que aporta al Club más allá de las partidas o puntos que nos da.

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  3. Fernando te acabas de situar detrás de Roncero como mejor periodista deportivo del momento.

    Primero gracias por los halagos, aunque alguien tendría que terminar primero y esta vez me tocó a mi. Respecto a mi partida hay que comentar que mi rival, Jose Manuel Delgado, jugó con unos problemillas estomacales que no le permitieron tener toda la concentración posible en la partida. Sin embargo fue bastante entretenida, con opciones para ambos bandos, donde una jugada sorpresiva que tuve fortuna de ver, decantó la balanza.

    Felicitar a los demás jugadores del equipo y de La Merced por supuesto porque el resultado no refleja lo competido que fue.

    A seguir luchando!

    A seguir peleando!

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  5. Solo escribo unas palabras para felicitar a Gambito A por su victoria y para agradecer a Fernando las flores que me ha echado, creo que con no demasiado buen criterio. Criterio que sí le sobró en la partida que jugamos y que acabó con su victoria más que justamente. No podía permitir que él afirmara impunemente lo contrario.
    Saludos.

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  6. De ninguna manera, Diego. Ambos sabemos que ese sacrificio era malo. Y mi victoria no fue justa. No te preocupes, que la diosa Caissa pondrá las cosas en su sitio la próxima vez que nos crucemos en un tablero. Espero que la diosa Fortuna haga que nos crucemos en la vida muchas más veces y podamos rendir debido culto a los dioses: Cafelito y Conversación.

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  7. Malo, no. En todo caso como los de Mikhail Tahl. Había que saberlo refutar y yo no supe. Muy buena fue tu idea de que alfil de ventaja se me quedara sin poder jugar por tu peón pasado en sexta. Ahí me superaste claramente. Debí haber aceptado la repetición de jugadas con los jaques de mi Dama. Pero decidí no hacerlo y esa decisión es parte del ajedrez. Cuando se me cae la bandera ya mi posición es muy, muy difícil.
    Agradezco a Carlos y a Álvaro la sinceridad y la elegancia de sus comentarios.

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