domingo, 23 de octubre de 2016

EL  LEJANO  Y  SALVAJE  OESTE.
FAR  WILD  WEST.


            El domingo 23 de octubre de 2016, el Gambito A disputó la 4ª jornada de la temporada 2016/17, de 1ª División andaluza, como visitantes, ante el potente equipo de ESURI. Más hacia el oeste y nos salimos de España.


            Éramos Grupo salvaje. A lomos de nuestro transporte cruzamos territorio enemigo, buscando horizontes lejanos y siguiendo la puesta de sol, alcanzamos Ayamountain.   Junto a la oficina del Sheriff nos desprendimos de las monturas para entrar en el Bar. Por un puñado de dólares desayunamos y nos dirigimos hacia el Saloon. Entonces no lo sabíamos, pero íbamos camino de la horca. 



            El primer duelo en finalizar se produjo en la mesa 5, cuando nuestro compañero de fatigas, Goro, se las veía con un pistolero de cuidado, Óliver Jurado. Después de un fuego cruzado en el Saloon, mientras en medio de ambos, se bailaba el carísimo Kan Kan, ambos se retiraban sin vencedores ni vencidos.
            La segunda mesa en hablar fue la primera. Un auténtico duelo de titanes el que protagonizaron Carlos López y Mariela Perera. Carlos hizo hablar primero a su colt. Mariela se defendió bien, pero la iniciativa era de nuestro pistolero más rápido, y ya sabemos cómo se las gasta Billy. Íbamos por delante.
            La tercera mesa en finalizar fue la cuarta, en la que quien escribe tenía un duelo contra Thiago Pinho, un pistolero del otro lado de Río Grandiana. Ocurre que ambos vaciamos el tambor de nuestros revólveres sin dar en el blanco (¡Menos mal!, porque parece obvio que el blanco soy yo). Enfundamos nuestras armas y ambos salimos vivos del envite. La cosa iba 2 a 1 para nosotros.
            Nuestras esperanzas se sostenían en Carlos y Álvaro, dos hombres y un destino…, que nos fue esquivo. En la mesa 3, Carlos Ruíz, un pistolero de primera, cuya culata tiene más muescas que el del célebre Wyatt Earp, quedó bien al inicio de su duelo. Sin embargo, su rival, Javier Jesús, cuando parecía perdido, supo aprovechar un error de valoración de Carlos, para hacerse con el triunfo. Empate.
            En la mesa 2, con todo en juego, Álvaro era nuestro Clint Eastwood (literalmente en inglés significa: madera del Este), y le va que ni pintado. Tiene madera de campeón y venía del este. Hizo un gran duelo al sol frente a un tipo con un enorme talento natural para el ajedrez, Raúl Vela. Mientras la partida estuvo en los márgenes del western, Álvaro tenía ventaja, pero… Llegaron los indios y la partida se despatarró. Un elegante y bello golpe táctico del genial Raúl, dejó a Álvaro perdido. Aún así, nuestro gran compañero, un ejemplo de vida, supo complicar la partida y logró pasar a un final con peón de menos, en el que había opciones de empate. Nuevamente llegaron los indios, y caballo loco acabó con la resistencia heroica de Álvaro. Perdimos 2 a 3.

            La nota positiva la dieron tanto el Gambito B como el C. Ambos equipos dieron buena cuenta de sus respectivos rivales, esto es, El Molino B y D. De modo que el segundo equipo del club, se consolida en la primera categoría provincial, que es y seguirá siendo, la base de trabajo de este club.


            Como siempre, felicitamos a Esuri por su victoria, no supimos rematar la ventaja, pero eso no quita mérito a nuestros colegas del club ayamontino. Perdimos 2 a 3 en el descuento, y no nos queda ni el consuelo de culpar a Undiano. A mis compañeros de club, decirles, una vez más, que me siento orgulloso de ser vuestro capitán. No quiero lamentos, esto es un Sin perdón, porque no hay nada que reprochar. Podrán colgar nuestras cabelleras, pero no les quedará más remedio que reconocer de nosotros que,  Murieron con las botas puestas. ¡Equipo! ¡Os quiero frescos y con la moral a tope para la próxima ronda! No será fácil, no os prometo nada más que una cosa, si venís, estaremos Bailando con lobos.

lunes, 17 de octubre de 2016

BITTER  CAS.


            El pasado domingo 16 de octubre de la presente temporada 2016/17, nos enfrentamos, como locales, al potentísimo equipo CAS GÓMEZ FERIA, de Sevilla, los primeros rankeados del grupo A de la 1ª División andaluza, y líderes de la misma, tras dos rondas de competición.
            Las críticas por mi vertidas desde estas páginas, al respecto de los reventas, surtieron efecto, y la directiva del club, en un gesto que le honra, declaró el día como jornada de puertas abiertas. Máxima expectación ante un choque ajedrecístico de altísima calidad. Se rumoreaba que entre los asistentes estaban ojeadores profesionales en busca de un nuevo genio del ajedrez. El preparador de Sergei Karjakin estuvo entre el público, pero se negó a hacer declaraciones. Buscaba ideas, según pudimos aventurar, para el repertorio de su pupilo.
            Jugamos contra el CAS, y resultó ser un Bitter CAS, como esa bebida de tonalidad rosada y sabor amargo, cuya fórmula cumple hoy 50 años. ¿Coincidencia? Con mucho menos hace Íker Jiménez un programa especial. En cualquier caso, nos tocó en liza un quinteto cuya media de elo (2121) es más alta que nuestro primer tablero (2120), y 237 puntos de desnivel por tablero. En calidad de capitán, casi estuve a punto dirigirme a nuestros rivales diciéndoles: crujinazo no se vale. Y aún así, casi casi…
            
En la mesa 1, el incombustible Carlos López, aguerrido jugador, supo fajarse y de qué manera, contra un rival temible, Luís Esquivias, quien apretó y de lo lindo a Carlos, quien supo resolver los problemas de falta de espacio en su posición y casi de modo agónico, neutralizar cualquier ventaja de su rival. El resultado de tablas es, reconozcámoslo, justo. Ajedrez de alta escuela, sin duda, el que protagonizaron ambos primeros espadas.
            En la mesa 3, Carlos Ruíz,  se vio las caras con Ángel Delgado, un jugador que le aventajaba en 215 puntos de elo. Carlos no quedó bien en su partida y un error de valoración le llevó a sacrificar pieza por dos peones pasados y ligados, pero que no eran sostenibles. Entonces, una vez perdidos, logró encontrar el único final resultante en el que había posibilidades de entablar. ¡Y lo logró! Con pieza de menos y frente a un 2109, vio más y mejor que él, hasta que este comprendió que no podía ganar, porque Carlos, le había metido en un final de caballos, en el que la pieza de más está de adorno. ¡Qué envidia das!, Carlos.
            En la mesa 4, quien escribe, jugaba contra José Antonio Fernández, un jugador que me sacaba 450 puntos de elo. ¡Y yo con estos pelos! Salí no solo bien, sino mejor, de la apertura. Así me lo hizo saber también mi rival, quien en el análisis post mortem, me confesó que estuvo con canguelo hasta la mitad de la partida. La lástima es que para ganar a un jugador mejor, no basta con hacer una buena partida, hay que jugar duro, consistente e impecable. Yo no lo hice. Una imprecisión táctica en la que mi rival vio una jugada más que yo, hizo que perdiese un peón, lo que en sí mismo no tenía que ser definitivo, pero todo el edificio que había construido se vino abajo. La idea de transponer a un final en el que yo jugaba a ganar no se podía hacer y desde entonces, sólo jugó él. No cayó en nada de lo que le puse. Me resultó admirable verle calcular sin confiarse, sin subestimarme ni sobrevalorarme. Me resultó digno de reconocimiento y le felicito.
            En la mesa 5, Goro se las veía contra Miguel Ángel Roche, un jugador con 363 puntos más de elo que él. Nuestro compañero, una vez más, supo jugar su partida. Dura y complicada, en la que logró hacerse con pieza de ventaja, si bien, la actividad de las de su rival, compensaba dicha pieza, aunque no sé si suficientemente. En cualquier caso, Goro, con las piezas negras supo gestionar las posibilidades de su rival, y con frialdad, neutralizar cualquier problema, para acabar logrando unas más que meritorias tablas.
            En la mesa 2, quedaba Álvaro Rodríguez, quien hizo una partida magnífica frente a Mario Balbuena, quien no necesita presentación. El juego desplegado por Álvaro fue muy bueno. En ningún momento se notó su falta de actividad. Salió bien de la apertura, su posición era incluso favorable. Con un juego duro, y exigido por mi derrota y que  Carlos Ruíz llevaba pieza de menos en ese momento,  Álvaro rechazó una oferta silente de tablas de Mario. Forzó para ganar, y llegó a quedar mejor, infligiéndole un peón de dama aislado a su rival. Posteriormente, castigó de forma magistral una imprecisión de Mario en el final. Lamentablemente, un error inoportuno le privó a él de una merecida victoria, y a nosotros de haber empatado el encuentro, frente a  un equipazo.


            La nota dulce de la jornada la protagonizó el Gambito B, que ganó sin problemas su compromiso ante El Molino F, por un contundente 4 a 0, lo que garantiza a dicho equipo, su permanencia en la categoría, hecho que es muy importante, dado que todo apunta a que el primer equipo se mantendrá en 1ª División andaluza. De modo que nuestro club tendrá un equipo en cada categoría. Y es que donde estén los buenos productos de Doñana ¿se va a poner un Bitter CAS? ¿Estamos locos?

domingo, 9 de octubre de 2016

QUIJOTES,  GIGANTES  Y  MOLINO.


            El domingo día 9 de octubre de 2016, nuestro equipo, el Gambito A, se enfrentó a El Molino, en la sede de dicho club, en Huelva capital. Con una temperatura ideal para la práctica del ajedrez, y lleno a rebosar en local de juego, la organización colgó el cartel de no hay billetes. ¿Hasta cuando hay que consentir que los reventas controlen esto? Con ellos el ajedrez sólo lo pueden disfrutar en directo  los que pueden permitírselo. El resto de los espectadores tienen que conformarse con verlo por streaming o ir a un bar en el que retransmitan ese encuentro, pero claro, hay que abonar una consumición. Siempre lo mismo, el mundo es de los ricos. 

          En lo que al encuentro se refiere, se dio la circunstancia de que teníamos la plantilla en cuadro, con las ausencias de nuestros tres primeros espadas. Así que en esas estábamos, con  un equipo de circunstancias, cuando aparecimos en la sede, en el encuentro más desequilibrado que se jugará, estoy seguro de ello, en 1ª Andaluza, esta temporada. Nuestros rivales presentaron una alineación con un promedio de elo de 1900,2 puntos, mientras que nosotros, 1699,4. Más de doscientos puntos menos de promedio por tablero. Francamente, en cada mesa, frente a nosotros, un gigante.

            Y nosotros, quijotes, personas idealistas, desinteresadas, siempre dispuestas y disponibles para el club, gente de equipo, que presentamos batalla, sin importar el desequilibrio. Cinco quijotes luchamos contra cinco gigantes y vencimos. Un equipo que venció a un Molino.




            En la mesa 3, Alejandro Casado se veía las caras con Diego Gómez. Todos sabemos que Alejandro es capaz de lo mejor y de lo peor, y esta vez dio la cara. Pudo entender la posición, jugó agresivo y la coordinación de sus piezas fue superior a la de su rival. Logró resolver el único defecto de su posición, el alfil de casillas negras, y después de lo cual, inició una simplificación que le permitió poner en marcha un rodillo de dos peones pasados ligados, y el primer punto era nuestro.

            En la mesa 2, me vi las caras contra Ígor Rapp Arrarás, un jugador formidable, quien ya tuvo a nuestro primer tablero contra las cuerdas en la temporada pasada.  Era este el segundo encuentro más desequilibrado, con 323 puntos de elo de ventaja de mi rival, mi objetivo era no perder en veinte jugadas. Ambos salimos bien de la apertura, con una posición que podría definirse como de igualdad. En el medio juego mi rival llevó a cabo un sacrificio de pieza incorrecto, que yo decidí que fuese bueno, con mi siguiente jugada. Quedé perdido, con dos peones de menos, pero traté de aguantar, por el equipo. Tuve la fortuna de que en las complicaciones, mi rival cometió un error que me permitió desencadenar un ataque ganador y el punto caía de nuestro lado.



            Goro, en la mesa 3, se enfrentó a Clemente Romero, en el único duelo igualado por elo, dado que solo había 42 puntos a favor del jugador de El Molino. Goro se lanzó contra el enroque de Clemente, pero este no se arredró. Puso en marcha su flanco de dama y pese a entregar una calidad, sus alfiles eran potentísimos contra el enroque de Goro. Este resistió de forma heroica, pero no pudo ser, la cosa iba 2 a 1 para el Gambito.

            Carlos Ruíz, con blancas en la mesa 1, se las vio contra Ángel Mariano. Su duelo particular era el más desigual de todos, con 362 puntos de elo, de diferencia. Su posición era buena en todo momento. No se apreciaba, viendo la posición, la superior categoría de su rival, Durante todo el encuentro la sensación que producía la partida era que el resultado sería tablas. Sin embargo, los apuros de tiempo de nuestro compañero y líder espiritual, unido a la capacidad de cálculo de su rival, acabó decantando el punto para El Molino.

            Y por último, en la mesa 5, el pequeño Jaime Cortés, con tan sólo 10 años, jugaba contra José Báez. ¡Y vaya partida! Jaime, con los deberes hechos (Carlos hace que todos sumemos puntos), logró colocar una preparación, y a partir de ahí, tomar las riendas de su partida. Sacrificó pieza por dos peones e inició la marcha con ellos, para decantar el definitivo punto de nuestro lado. ¿Cuántos niños de 10 años están jugando en 1ª Andaluza? ¿Alguien lo sabe?

            Lamentablemente los dos premios en metálico, cada uno de ellos aportado por patrocinadores anónimos de cada club, y consistentes en 6.000 €, se han quedado desiertos. El primero lo aportaba el Gambito, para el primer gambitero que consiguiese hacer un molino a El Molino. El segundo lo aportaba El Molino, para el primer jugador que consiguiese hacerle un gambito al Gambito. Revisadas las planillas, el jurado ha declarado desiertos ambos premios.



            No me despido sin un recuerdo a los dos equipos filiales del club, el Gambito B y el Gambito C. Ambos tuvieron encuentros muy desiguales, pues debieron sacrificarse en beneficio del Gambito A. Este último le quitó tres titulares al B, y el B hizo lo propio con el C. Por tanto sería injusto quedarnos sólo con el resultado, perdieron 3 a 1, pero su esfuerzo no ha sido en vano. De ellos y a ellos, les dedicamos la campanada del primer equipo, Gracias.


             

lunes, 3 de octubre de 2016


¡VIVA  ER  BETI  MANQUE  PIERDA!...  Y  PERDIÓ.


El domingo pasado, 2 de octubre de 2016, el Gambito A inició su temporada 2016/17. Como bien recordaréis, la temporada pasada nos proclamamos campeones provinciales, lo que nos permitió lograr el ascenso a 1ª División Andaluza. Lógicamente, como sucede con la mayoría de los equipos que ascienden, el objetivo deportivo principal es mantener la categoría, circunstancia complicada teniendo en cuenta que somos un equipo corto de efectivos, que juego yo, y además con un elo promedio neto (escurrido) del furgón de cola.
            Así las cosas, dicha mañana empezábamos en la sede del club, como locales, contra el Tenis Betis de Sevilla. Un fuerte equipo, el segundo del ranking inicial, y entiendo que favorito, máxime dado que nosotros no contábamos con uno de nuestros titulares indiscutibles. Pero…, la diosa Caissa perdió su duelo con la diosa Fortuna.
            La primera mesa en finalizar fue la 1, en la que Antonio Ramón Hernández, quedó mejor en la apertura, tras una línea irregular de su rival, quién se aventuró en las aguas turbias del Gambito Morra. Para colmo de males, una extraña jugada blanca permitió un golpe táctico que nuestro compañero vio al vuelo y que le permitía ganar pieza. Su rival inclinó su rey en la jugada 17. El primer punto caía de nuestro lado, lo que sin duda nos animó a todos.
            Poco después, en la mesa 2, el incombustible Carlos López,  quien había quedado peor tras una imprecisión en la apertura, se recompuso como acostumbra. Lanzó un furibundo ataque sobre su rival, quien muy exigido, no logró dar con las mejores defensas, y acabó sucumbiendo. Ya sabemos que a Carlos conviene no irritarle en la apertura. Si alguna vez se deja algo… no os lo comáis… que es peor.
            La tercera partida en finalizar fue la mía, en la mesa 4, con blancas. Quedé mejor en la apertura, en la transición al medio juego me decidí un ataque al enroque de mi rival, especulando con la mejor coordinación de mis piezas y con un pequeño detalle táctico que me permitió doblar peones del enroque de mi rival, y a partir de ahí, mis piezas entraron, explotando con más acierto que precisión, las posibilidades de la posición. Caía el tercer punto de tres para nosotros y con ello el encuentro.
            La cuarta partida tuvo como protagonista a Gregorio Bizcocho, Goro para sus amigos y allegados, entre los que me honro en estar. Me gustaría agradecerle explícitamente las facilidades que me ha dado año tras año a la hora de contar con él. Cuando fue convocado se prestó a participar, pese a intuir que se enfrentaría  a un rival de gran calado. Pero no se arredró, ni mucho menos. Eligió una variante de una defensa muy conocida, pero muy aguda. Supo sortear, no sin esfuerzo, todos los problemas que le puso su rival, quien le aventajaba en 150 puntos de elo. No perdió la cara a la partida ni a la lucha, hasta lograr unas tablas más que meritorias. Gracias, Goro. Siento que no salgas en la foto, pero no hay ninguna razón espuria (esto no es el PSOE en Ferraz, aunque también fuese domingo) es que entre las que me ha pasado Carlos no estás en ninguna.       
            Y por último, como casi siempre, Carlos Ruíz, ya con todo decidido. Tuvo una partida en la que se sintió cómodo en todo momento (son sus declaraciones, porque yo no entendía nada). Una de esas partidas que combina a la perfección sus dos cualidades deportivas: sabe qué hay que hacer, y sabe cómo hacerlo. Cerró todas las puertas del juego de su rival, situó las suyas donde más molestaban y comenzó a dirigir una sinfonía por todo el tablero. Finalmente, explotó con precisión la descoordinación de fuerzas de su rival con un golpe táctico muy elegante, que supo imponer con precisión para cerrar el resultado de 4,5 a 0,5.
            Agradecemos al club adversario pero también colega del Tenis Betis Sevilla la deportividad con la que transcurrió el encuentro, y al señorío que mostraron en todo momento. Gracias.

            Por último, no quiero despedirme sin una reseña para los dos equipos siguientes de nuestro club. El Gambito B, se medía a uno de los equipos más fuertes de la 1ª División Provincial, La Palma, quien alineó a sus titulares para hacerse con el encuentro por 4 a 0. Pero, chicos, ¡No os desaniméis! Pensad que respetas a un rival cuando le atacas con todo lo que tienes. Si La Palma no rotó contra vosotros es porque pensaban que si rotaban podían pinchar. Os habéis ganado su respeto. Enhorabuena.  Y no me quiero dejar en el tintero al Gambito C, que juega en 2ª División Provincial y se medía al club vecino de Jaque al Rey. Nuestro futuro deportivo está asegurado, dado que se impusieron con claridad, adquirieron experiencia y seguro que nos darán muchas alegrías.