domingo, 20 de noviembre de 2016

¡CON  DOS  CO…  GINES!


            Debo confesar que tenía varios títulos en mente para esta crónica, pero todos para el caso de que hubiésemos perdido el encuentro y descendido. Por primera vez, creo, daré información al respecto. Bienvenidos al making off de las crónicas gambiteras. Dudaba entre dos. A saber: a) Gambiteros… el Gambito A, ha muerto (con la foto de Arias Navarro), y con claro guiño al 20N.  b) Algo se muere en el alma, cuando el Gambito se va…, con claro guiño a nuestros Amigos de Gines. Pero ya se sabe, la Ley de Murphy (el que no jugaba al ajedrez). Ahora, vamos y ganamos, con lo cual, venga a darle al coco a ver qué se me ocurría. Si es que no se puede tener peor suerte.  Ganamos, siento hacer spoiler, y lo hicimos ¡Con dos co… gines!

            En la mesa 1, el incombustible Carlos López finalizó con cierta rapidez su partida, cuando, tanto él como su rival, llegaron a una posición tal, en la que lo único bueno era repetir jugadas. Ambos las repitieron sin que ninguno de ellos se decidiese a forzar a riesgo de perder. A Gines le valía el empate en el encuentro, y por tanto en la mesa, y Carlos, por prudencia no quiso arriesgar. Decisión correcta porque de perder, hubiese obligado a todos a ganar tres partidas de cuatro.

            En la mesa 4, me las veía contra mi “pareja de baile”. Utilicé un plan interesante para oponerme al de mi rival. Conseguí una ventaja posicional. En esas estábamos, cuando nuestros adversarios nos ofrecieron tablas, que hubiese dejado al equipo empatando el encuentro, de modo que hubiésemos eludido el descenso directo, pero nos hubiésemos condenado a la promoción. Hicimos cónclave y Álvaro nos convenció de que había que seguir. Y seguí. Mi posición era buena, y pronto desarrollé una fuerte iniciativa que me permitió quedar con tres peones de ventaja. Sumábamos nuestro primer punto entero y mandábamos en el encuentro.

            En la mesa 3, Carlos Ruíz, logró igualar rápidamente con negras. Una posición seca en la que era muy difícil desequilibrar para hacer resultado. Ambos jugadores acordaron tablas. No había más. Así que la victoria estaba más cerca, aunque había que superar varios escollos más.

            En la mesa 5, el jovencísimo Jaime Cortés Villa, la joven promesa del ajedrez almonteño, que apunta alto, jugaba su segunda partida del Campeonato Andaluz de 1ª División, ¡Con 10 años! ¡Y en una jornada decisiva,, jugándonos el descenso! En el correo electrónico que le envié a su padre le dije literalmente: Se acabó la hora de los niños, llegó la hora de los hombres. Jaime Cortés, ¡estás convocado! No me equivoqué. Posición sana en todo momento, simplificó, para lograr las tablas, mostrando una solidez y competitividad impropia de su edad… y de la mía. Dignísimo regalo el que Jaime se ha llevado (y nosotros con él), en el Día Internacional del Niño.

            En la mesa 2, quedaba en juego Álvaro frente a su rival del club ginense. Seis peones por banda, pero con dos diferencias importantes: a) el rival de Álvaro tenía un peón aislado que constituía una debilidad. b) Álvaro contaba con un alfil frente a un caballo. Posiblemente la posición fuese de tablas, pero a Gines no le valía ahora las tablas, necesitaba ganar. Ambos gladiadores nos deleitaron con un final excelso de una elevadísima calidad técnica y con el mérito añadido de que lo llevaron a cabo en graves apuros mutuos de tiempo. Finalmente, Álvaro encontró un sacrificio de pieza magistral que le permitió coronar un peón e imponerse. Hay partidas de ajedrez que merecerían ganar ambos, y esta es una de ellas. Mi felicitación a los dos. Por cierto, y sin ánimo de ofender, al respecto de la victoria de Álvaro, recordé la frase de Héctor Enrique, al respecto del famosísimo gol de Maradona contra Inglaterra en el Mundial de México 86: “Con el pase que le di, si no hace gol era para matarlo”. Lo suscribo, el mérito es mío.


            Finalmente, ganamos el encuentro 3,5 a 1,5 con lo que nos situamos en la mitad de la tabla, con 9 puntos y salvados matemáticamente, no sólo del descenso, sino de la promoción. Me gustaría, en esta la última crónica del Gambito A, de la temporada, agradecer a la familia gambitera el apoyo que me han dado, las facilidades que siempre me han suministrado todos los miembros del equipo a la hora de hacer las alineaciones. Siento mucho no haber podido convocar a más jugadores más veces.  Mil perdones.

            También quiero agradecer a todos nuestros rivales las facilidades dadas siempre en todos los encuentros. En todos ha brillado la deportividad, y las normas de cortesía que parecen lógicas entre caballeros. Especialmente me gustaría citar al CAS, a quienes felicito por su triunfo en el grupo, por sus participaciones en el foro, y a los que deseo suerte y que demuestren todo lo que saben de ajedrez, que es mucho.

A los clubes que no han tenido suerte, especialmente a El Molino, porque conozco a muchos de sus integrantes por los que siento un aprecio enorme, deciros que siento muchísimo el descenso, el ajedrez no ha sido justo con vosotros. Nosotros descendimos hace unos años, así que mucho ánimo, a restañar heridas y a pelear por el ascenso. Recordad: ¡Sí se puede! Volveréis a estar en 1ª Andaluza, ¡Ya lo veréis!

jueves, 17 de noviembre de 2016

LOS  CARTEROS  SIEMPRE  GANAN  DOS  VECES.


            El pasado domingo 13 de noviembre nos enfrentamos, como visitantes, al equipo de Los Carteros, de Sevilla. Llegamos al encuentro con el deseo, la convicción y la necesidad, de romper una racha de tres derrotas consecutivas. Sabíamos que no sería fácil, pero teníamos confianza. 


            Lamentablemente, pronto supimos que Los Carteros siempre ganan dos veces. En la mesa 2, Álvaro Rodríguez empató su encuentro, mientras en las mesa 1, Carlos López parecía tener ventaja. Las mesas 3 (Carlos Ruíz) y 4 (quien escribe) mostraban igualdad, y en la mesa 5, nuestro Fernando Romero, en su debut en 1ª División Provincial tenía una partida a degüello contra su rival. ¿Quién dijo miedo?

            En la mesa 3, Carlos Ruíz, con una posición de igualdad, pero más cómoda de jugar para él, sacrificó una pieza por dos peones y abrió la posición del rey rival. Sin embargo, una omisión de cálculo le privó de la victoria. En ese momento perdíamos 1,5 a 0,5.

            Pronto quedé peor, conduciendo las piezas negras en la mesa 3. Mi rival empezó a apretarme y cometí varios errores de índole estratégico, que me condenaron a una defensa numantina, pero sin esperanza, salvo error garrafal de mi rival, que no se produjo.

            En la mesa 5, Fernando Romero tenía una posición que no sólo recordaba al título de la famosa novela negra estadounidense, El cartero siempre llama dos veces (cuya lectura recomiendo), sino que  más bien evocaba la escena crítica de la película protagonizada por Jack Nicholson y Jessica Lange. Pensé que debía ser él, el único que se estaba divirtiendo en su partida. ¡Qué maravilla! Cada uno de los jugadores lanzados a tumba abierta a por el otro. ¡Y sacó las tablas! Que tienen tanto mérito como las de aquella encimera.

            Finalmente, con todo decidido en nuestra contra, Carlos López logró unas más que meritorias tablas en la mesa 1, en un final en el que estaba peor. Pero ya sabemos que a Carlos hay que ganarle setenta veces en cada partida para sumar el punto. Finalmente 3,5 a 1,5. Y Los Carteros ganaron dos partidas.
           
            La parte positiva es que en la última ronda dependemos de nosotros. Ganando el encuentro del próximo domingo, contra Gines, en casa, lograríamos matemáticamente la permanencia. En caso de empate o derrota, la cosa se complicaría, y mucho. A favor tenemos que uno de nuestros rivales directos tiene un enfrentamiento complicado, a priori. El Tenis Betis debe ir a Ayamonte para medirse a Esuri, a quien sólo le vale ganar para asegurarse la liga de ascenso. Pero, nuestro segundo rival, El Molino, se enfrenta a Los Carteros, que no se juegan nada. ¡Uff!

            En otro orden de cosas, el Gambito B ganó cómodamente a Santa Ana por 3,5 a 0,5, con gran actuación de Alejandro Casado en el tablero 1. Mientras que en segunda provincial, el Gambito C perdía 4 a 0 frente al fuerte equipo de El Polvorín en un encuentro muy desequilibrado en el que los jóvenes gambiteros no tenían más objetivo que adquirir experiencia.

El próximo domingo veremos el desenlace final de esta película, que empezó siendo una comedia romántica, con dos victorias de dos encuentros y que ahora amenaza con convertirse en una tragedia griega. En caso de empate, ¿Se desempatará con el jaque average?



domingo, 6 de noviembre de 2016

ALEKHINE  ESPARTANOS,  ¡AHÚ!


            Gran encuentro el que se celebró en la mañana del 6 de noviembre, en la sede del  club, entre el Gambito A y el Alekhine Espartinas. Ambos equipos, en mitad de la tabla, cuando encaramos la recta final de la competición. Lleno a reventar en el local de juego y gran ambientazo. Las aficiones de ambos clubes tuvieron un comportamiento ejemplar durante todo el encuentro. El despliegue de seguridad funcionó a la perfección. Recordemos que el encuentro había sido declarado de máximo riesgo. La causa no era otra, más que un grupo de ultras descontrolados, y supuestamente financiados por un producto de limpieza, la Legía del Bar Soria, amenazaba con alterar el normal desarrollo del evento. Finalmente fueron neutralizados en la fan zone dispuesta por la organización.

          
      Nos enfrentábamos, en teoría, al Alekhine Espartinas. Sucedió que en vez de aquel, vino en su lugar el ¡Alekhine Espartanos! ¡Ahú! ¡Marditoz roedorez!  Comenzamos el enfrentamiento  y pronto quedó claro cuales serían los resultados de las mesas 1 y 2. Carlos López se batía el cobre con José Carlos Aranaz. Esta vez no pudo ser. No siempre se gana, y Carlos no es una excepción. José Carlos quedó mejor desde el principio. Los intentos de nuestro Carlos López de complicar la partida, que tantas veces le han reportado puntos, no cuajaron. Llegó a un final perdido, con dos peones de menos, y cayó.
            En la mesa 2, Álvaro, cuyo nivel de ajedrez es muy superior a los resultados que llevaba hasta ahora, por fin se reencontró con la victoria, no con el nivel de juego, porque nunca lo perdió. Igualmente, desde muy pronto, pudo hacerse con el control de la posición, explotando el mayor espacio, la mejor coordinación de sus piezas, un complejo de casillas débiles de su rival y por último el rey adversario en el centro. Demasiadas ventajas frente a Álvaro, y su rival, muy exigido por los problemas que debía resolver, acabó perdiendo por tiempo en una posición sin esperanza. El encuentro estaba igualado.
            En la mesa 3, Carlos Ruíz se enfrentaba a un jugadorazo, Daniel Alshamehari, cuyo nivel de ajedrez, al igual que le sucede a nuestro compañero, es muy superior a su elo real. Carlos jugó bastante bien al igual que su rival, sin que pudiese decirse que ninguno tuviese ventaja. No obstante, la situación de la mesa 5, con Goro en dificultades, hizo que Carlos forzase pensando en el bien del equipo, a sabiendas de que en una posición así, jugar a ganar implicaba una gran probabilidad de perder. Se sacrificó frente a un espartano de cuidado y cayó.
            En la mesa 4, quien escribe, jugaba frente a Jesús Muñoz García, un chaval que ya me las hizo pasar canutas en el Villa de Almonte. Comenzamos, ambos bandos, con tranquilidad, sin excesiva ambición y ninguna precipitación. La posición era de igualdad durante el curso de la misma. En un momento dado, inicio un plan que me permite conseguir ventaja, aparentemente decisiva: peón de más dado que él tenía uno débil avanzado que iba a caer, mi torre en la única columna abierta y mejor estructura de peones. Uno a cero, pensé. Y me equivoqué. Mi rival se clavó en la silla, y llevó a cabo ¡Un planazo! Un final de torres que considero que es muy instructivo y por el que me gustaría felicitarle. Tablas y la cosa pintaba mal.
            En la mesa 5, Goro debía lidiar con el último espartano. Jesús Muñoz Sénior. Este jugó una gran partida. Goro, nuevamente condenado a una defensa numantina. Logró aguantar heroicamente la posición, con defensas únicas frente al baile de piezas de su rival. Finalmente, pudo trasponer a un final de damas, que con juego correcto, debía ser tablas, pero, el agotamiento, los apuros de tiempo, pasaron factura, para acabar sucumbiendo. Es lo que pasa cuando se las ve uno con Esparta.
            Como siempre, felicitamos al club Alekhine Espartinas, les deseamos suerte para lo que resta y que sigan llevando por donde pasen, el gran nivel que tienen de este juego tan bonito. Felicitamos también al Gambito B, por su excelente empate del sábado en categoría provincial.
            Por último, informo de que nuevamente el premio de seis mil euros para aquel jugador del gambito que hiciese una Alekhine al Alekhine, o bien al jugador del Alekhine que hiciese un gambito al Gambito, ha vuelto a quedar desierto. Una pena que no me tocase, ¡Ahú!


domingo, 23 de octubre de 2016

EL  LEJANO  Y  SALVAJE  OESTE.
FAR  WILD  WEST.


            El domingo 23 de octubre de 2016, el Gambito A disputó la 4ª jornada de la temporada 2016/17, de 1ª División andaluza, como visitantes, ante el potente equipo de ESURI. Más hacia el oeste y nos salimos de España.


            Éramos Grupo salvaje. A lomos de nuestro transporte cruzamos territorio enemigo, buscando horizontes lejanos y siguiendo la puesta de sol, alcanzamos Ayamountain.   Junto a la oficina del Sheriff nos desprendimos de las monturas para entrar en el Bar. Por un puñado de dólares desayunamos y nos dirigimos hacia el Saloon. Entonces no lo sabíamos, pero íbamos camino de la horca. 



            El primer duelo en finalizar se produjo en la mesa 5, cuando nuestro compañero de fatigas, Goro, se las veía con un pistolero de cuidado, Óliver Jurado. Después de un fuego cruzado en el Saloon, mientras en medio de ambos, se bailaba el carísimo Kan Kan, ambos se retiraban sin vencedores ni vencidos.
            La segunda mesa en hablar fue la primera. Un auténtico duelo de titanes el que protagonizaron Carlos López y Mariela Perera. Carlos hizo hablar primero a su colt. Mariela se defendió bien, pero la iniciativa era de nuestro pistolero más rápido, y ya sabemos cómo se las gasta Billy. Íbamos por delante.
            La tercera mesa en finalizar fue la cuarta, en la que quien escribe tenía un duelo contra Thiago Pinho, un pistolero del otro lado de Río Grandiana. Ocurre que ambos vaciamos el tambor de nuestros revólveres sin dar en el blanco (¡Menos mal!, porque parece obvio que el blanco soy yo). Enfundamos nuestras armas y ambos salimos vivos del envite. La cosa iba 2 a 1 para nosotros.
            Nuestras esperanzas se sostenían en Carlos y Álvaro, dos hombres y un destino…, que nos fue esquivo. En la mesa 3, Carlos Ruíz, un pistolero de primera, cuya culata tiene más muescas que el del célebre Wyatt Earp, quedó bien al inicio de su duelo. Sin embargo, su rival, Javier Jesús, cuando parecía perdido, supo aprovechar un error de valoración de Carlos, para hacerse con el triunfo. Empate.
            En la mesa 2, con todo en juego, Álvaro era nuestro Clint Eastwood (literalmente en inglés significa: madera del Este), y le va que ni pintado. Tiene madera de campeón y venía del este. Hizo un gran duelo al sol frente a un tipo con un enorme talento natural para el ajedrez, Raúl Vela. Mientras la partida estuvo en los márgenes del western, Álvaro tenía ventaja, pero… Llegaron los indios y la partida se despatarró. Un elegante y bello golpe táctico del genial Raúl, dejó a Álvaro perdido. Aún así, nuestro gran compañero, un ejemplo de vida, supo complicar la partida y logró pasar a un final con peón de menos, en el que había opciones de empate. Nuevamente llegaron los indios, y caballo loco acabó con la resistencia heroica de Álvaro. Perdimos 2 a 3.

            La nota positiva la dieron tanto el Gambito B como el C. Ambos equipos dieron buena cuenta de sus respectivos rivales, esto es, El Molino B y D. De modo que el segundo equipo del club, se consolida en la primera categoría provincial, que es y seguirá siendo, la base de trabajo de este club.


            Como siempre, felicitamos a Esuri por su victoria, no supimos rematar la ventaja, pero eso no quita mérito a nuestros colegas del club ayamontino. Perdimos 2 a 3 en el descuento, y no nos queda ni el consuelo de culpar a Undiano. A mis compañeros de club, decirles, una vez más, que me siento orgulloso de ser vuestro capitán. No quiero lamentos, esto es un Sin perdón, porque no hay nada que reprochar. Podrán colgar nuestras cabelleras, pero no les quedará más remedio que reconocer de nosotros que,  Murieron con las botas puestas. ¡Equipo! ¡Os quiero frescos y con la moral a tope para la próxima ronda! No será fácil, no os prometo nada más que una cosa, si venís, estaremos Bailando con lobos.